Cerca del hogar que calienta mi alma
quiero yo saber lo que en comunidad
Tú quieres de mi.
Sintiendo el calor que me da tu palabra,
quiero responder a lo que me pides
sin que a nada yo pueda temer
A nada, a nada, nunca he de temer.
Yendo junto a ti con tus ojos de fe
nunca he de temer.
Solo he de beber de tu fuente de agua,
se que solo ella será la que sacie mi hambre
y mi sed.
Tú eres el Señor que alimenta mi alma
y si hago mi opción por seguirte a ti
nunca jamás yo temeré.
Llegan hasta mi momentos sin calma,
que me hacen dudar de si mi camino
se orienta hacia ti.
Comienza a faltar la paz en mi alma,
y sin esperarlo apareces tu haciéndome
ver que ha nada he de temer.