EL Señor es mi luz y mi salvación

 
EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN. 
EL SEÑOR ES LA DEFENSA DE MI VIDA. 
SI EL SEÑOR ES MI LUZ, ¿A QUIÉN TEMERÉ? 
¿QUIÉN ME HARÁ TEMBLAR? 

Una cosa pido al Señor:
«habitar por siempre en su casa; 
gozar de la dulzura del Señor, 
contemplando su templo santo».
ESTRIBILLO.

No me escondas tu rostro, Señor,
buscaré todo el día tu rostro.
Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me recogerá.
ESTRIBILLO.

Oh, Señor, enséñame el camino,
guíame por la senda verdadera.
Gozaré de la dulzura del Señor
en la tierra de la vida.
ESTRIBILLO.